10 print “hello world”
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Artículo – Septiembre 8, 2021
10 PRINT "HELLO WORD"
Si tenéis más de treinta tacos, es muy probable que recordéis ese primer programa que aparecía en los manuales de los prehistóricos ordenadores de los años 80, el 10 PRINT “HELLO WORLD”. Con esto, toda nuestra generación descubrió la informática y los videojuegos. Por este motivo, por representar ese primer paso de un largo camino, he considerado oportuno titular así la primera entrada de este blog, donde va a empezar la historia de Mansion Games.
Nuestro viaje empieza dirigiéndonos al garaje, subiendo a nuestro flamante DeLorean DMC-12, introduciendo las coordenadas espacio-temporales en el panel y comprobando el estado del condensador de fluzo. Por supuesto, nos ponemos el cinturón de seguridad, giramos la llave de contacto, escuchamos como ruge el motor de seis cilindros en V y apretamos a fondo el acelerador hasta poner a esa preciosidad a 140 KM por hora. De esta manera, emprendemos un viaje en el tiempo que nos transportará al 25 de diciembre de 1985.
Por aquel entonces, yo era un niño tremendamente tímido que no destacaba en ningún deporte y cuyas notas oscilaban inexplicablemente dependiendo del grado de interés por la asignatura en cuestión. En más de una ocasión, mis padres tuvieron que ir a hablar con mis profesores porque no se explicaban dicho comportamiento. ¡Todo un nerd se estaba gestando en mi! Pero bueno, no nos desviemos del tema que nos ocupa…
Recuerdo que me encontraba sentado en el suelo del salón de casa junto al árbol de Navidad en pleno estado de locura desatada. Estaba destrozando el papel de regalo que cubría el mítico castillo medieval de Playmobil, por el que tanta guerra había dado a mis padres, cuando escuché unos extraños sonidos que procedían del final del pasillo.
Movido por una ingenua curiosidad infantil, abandoné mi regalo a medio abrir, me levanté y con paso temeroso, puse rumbo hacia el interior del pasillo donde reinaba la oscuridad, salvo por un débil halo de luz que salía de la habitación del fondo. Al llegar al umbral de la puerta, me detuve asomando la cabeza y al fondo de la habitación pude divisar a mi padre y a mi tío sentados, con cara de asombro ante el escritorio, donde reposaba una especie de pequeña máquina de escribir de color negro con teclas de un verde grisáceo.
Me aproximé y me senté en la esquina de la cama justo a su lado, mientras no perdía detalle de como unos simpáticos bichos de colores se movían frenéticamente de un lado para otro de la pantalla del televisor, con aquellos sonidos tan peculiares que escuché desde el salón como banda sonora de fondo. Estaba tan alucinado que era incapaz de asimilar todo lo que estaba pasando ante mis ojos. De hecho, en un primer instante, llegué a pensar que se trataba de dibujos animados, pero había algo que los hacía muy diferentes. Por alguna extraña razón que no alcanzaba a entender , aquellos dibujos parecían obedecer las órdenes que mi tío les daba mediante aquel extraño artefacto. ¿Qué demonios era aquella máquina? ¿De dónde había salido? ¿Para qué servía? ¿Cómo funcionaba? Las preguntas se amontonaban en mi cabeza. Ya no había marcha atrás, casi por casualidad, como suelen empezar los grandes viajes, había dado el primer paso hacia un mundo sin límites.
¿Quieres saber cómo pasó ese niño lleno de dudas a ser el fundador de Mansion? Sigue leyendo y lo descubrirás…